Vergara y su participación en la Liga de Educación Racionalista
Carlos N. Vergara participó activamente, en la segunda década del siglo XX, en la publicación “La Escuela Popular ”, órgano de la Liga de Educación Racionalista, de orientación anarquista, dirigido inicialmente por Julio Barcos[1]. Esto no nos debe extrañar, en cuanto la posición de Vergara era libertaria en un sentido amplio y ya hemos estudiado las analogías entre el pensamiento de Krause y el anarquismo.
VERGARA, Carlos N. (1912): “La libertad y la ciencia”, La Escuela Popular , Órgano de la Liga de Educación Racionalista, Bs.As., noviembre 1º de 1912, pp 3 Se trata de un artículo compuesto de afirmaciones, no siempre articuladas entre sí, de modo que más que un discurso entramado aparece casi como una serie de aforismos. Aunque es un artículo breve (menos de una carillas) sólo tomaremos alguna de estas afirmaciones y las comentaremos
“La verdad es lo que responde a la realidad”
Esta frase en Argentina suele adjudicarse a Perón. Sin embargo, tiene que ver con una discusión de los antiguos, donde Aristóteles ubica la verdad en el mundo sensible y no en el mundo platónico de las ideas.
“La opresión es aquello que aplasta y empequeñece a la realidad y a la verdad. Así, la opresión es contraria a la verdad y por lo tanto a la ciencia”.
Por esto se ve que la más amplia expresión de la libertad está en el saber y en la ciencia.
…
Educar a los niños u hombres, es impulsarlos por el camino de la libertad.
El que más y mejor aplica las prácticas de la libertad es el que mejor educa, porque la libertad implica orden y progreso, ya se trate de individuos o de pueblos.
Los que emplean la imposición y la opresión es porque ignoran la cincia de la libertad, que es la única ciencia verdadera.
Sólo el ignorante oprime y deprime”.
Sin duda, estas expresiones tiene que ver con las ideas libertarias de Vergara, donde su pedagogía es facilitadora, consistiendo en crear al ambiente en el cual el educando crecerá en libertad, a favor de sus propias posibilidades. No cuesta reconocer la influencia de Rousseau. Por otra parte, también parece evidente la escasa argumentación y penetración teórica de Vergara, que ya ha sido señalada por otros autores, aunque parecía suplir estas carencias con su intuición y su empuje.
Juan Carlos Paradiso
[1] Ello será también recordado en el capítulo de Daniela Ponce dedicado a Ferrer i Guardia y su Escuela Moderna (ver el blog Educación Anarquista).
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