Pawling, Perla Chinchilla (2004): De la Compositio Loci a la República de las letras: Predicación jesuita en el siglo XVII novohispano. Publicado por Universidad Iberoamericana, 372 pág. Publicado parcialmente en Google libros (Recup. 12.06.2009)
El libro profundiza en la utilización de los métodos mnemotécnicos usados desde la Antigüedad y su apropiación por parte de los religiosos para producir un recuerdo más perdurable de las verdades y una visión más vívida de los terrores del pecado. Los loci de Simónides adquieren aquí una ‘dimensión espiritual’ o por lo menos sirven a los fines evangelizadores.
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… Loyola proporcionó al creyente la organización de un lugar desde donde hablar con Dios, precisamente la composición de lugar, la compositio loci, la pieza clave de los Ejercicios espirituales ignacianos …
Su método supone lo que no representa, sólo organiza los lugares. “le procura señales y no la historia del viaje …. Las composiciones de lugar se reparten en las cuatro semanas de los Ejercicios, como cuatro actos de una sola obra teatral, como es el caso de la ‘oscuridad’ de la tercera semana y la ‘luz’ de la cuarta.
…
Quinto exercicio es meditación del infierno; contiene en sí, después de la oración preparatoria y dos preámbulos, cinco puntos y un coloquio.
1º Preámbulo. El primer preámbulo composición, que es aquí ver con la vista de la imaginación la longura, anchura y profundidad del infierno. (énfasis agregado por JCP)
2º preámbulo: es demandar lo que quiero: será aquí pedir interno sentimiento de la pena que producen los dañados….
1º puncto. Será ver con la vista de la imaginación los grandes fuegos, y las ánimas como en cuerpos ígneos.
2º: oír con las orejas llantos, alaridos, voces, blasfemias contra Christo nuestro señor y contra todos sus santos.
3º: oler con el olfato humo, piedra azufre, sentina y cosas pútridas.
4º: gustar con el gusto cosas amargas, así como lágrimas, tristeza y el verme de la consciencia.
5º: tocar con el tacto, es a saber cómo los fuegos tocan y abrasan las ánimas
Agrega Pawling: “ … se trata de una invitación a ‘imaginar’ a partir de los sentidos interiores, acciones dolorosas o gloriosas, sobre todo de la Pasión de Cristo, por medio de las cuales el ejercitante, inmerso en esta teología de los afectos, será con-movido a un cambio de vida para mayor gloria de Dios, Ahora bien, se nos insta a ‘imaginar’ y no a memorizar’ lo ya producido, que es a lo que nos convidarán los jesuitas que le siguen a él”.
Por lo tanto, el empleo de la ‘vista de la imaginación’ era uno de las tantas funciones sensoriales que se ponían en juego en los métodos mnemotécnicos de Loyola. Para abarcarlas en toda su amplitud deberíamos hablar de sensaciones imaginadas, vale decir excitación de los sentidos por medio de la imaginación, dar lugar a sensaciones artificiales por medio de la imaginación. De alguna manera nuestra conciencia imagina – emite, recuerda, provoca, crea, inventa – sensaciones sobre las cuales generalmente tiene experiencia anterior y por otra parte es capaz de recibir esas mismas sensaciones con una intensidad que trata de acercarse a la que provoca una nueva experiencia (JCP). No nos importa dilucidar, por ahora, si esta doble función: creación de sensaciones imaginadas y recepción de las mismas como nuevas sensaciones son quizás las dos caras de una misma moneda, si se superponen en parte o totalmente. Pero es evidente que en el acto de creación de la imagen (visual, auditiva, táctil, etc.) se tiene simultáneamente la sensación de evocación del estímulo.(JCP)