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HISTORIA DE LA EDUCACIÓN

Seminario optativo de la Maestría en Educación Universitaria

06 septiembre, 2007

AULA Y PODER PASTORAL

Tomado de DUSSEL, Inés & CARUSSO, Marcelo (1999): La invención del aula. Una genealogía de las formas de enseñar. Buenos Aires: Santillana (pág 54 y subsiguientes) Selección y resumen para uso de la cátedra por JCP.

El surgimiento de la escuela moderna, parece haber sido una respuesta a la pregunta: ¿Cómo gobernar, dirigir y enseñar a muchos alumnos juntos? Y en ese momento existían dos modelos posibles:
§ Poder pastoral (Foucault) Una manera de gobernar un grupo venía del pastorado: los pedagogos de esta época veían a los conjuntos de alumnos como un rebaño. Ésta parece más importante en los albores del aula.-
§ Existía otro posible modelo para imitar: el modelo militar: por eso para Querrien el aula se conformó en un espacio en donde se producía una militarización particular (alumnos como tropa).

La idea del poder pastoral es que se ejerce sobre un conjunto que se mueve. Esta idea es una representación ancestral del poder que proviene de las grandes culturas asiáticas de la Antigüedad (semitas, babilonios). Moisés tiene poder sobre un grupo cuya identidad era sentida en común, no sobre un territorio. Esta idea continúa en muchas de las culturas nómades. La idea del rebaño puede pensarse en situación de diáspora. Foucault contrapone este modelo con el griego de la ciudad y el ciudadano. Mientras que en su forma ateniense el ejercicio del poder es un derecho y es fundante de la democracia, en el caso de las formaciones pastorales es visto como una obligación moral del pastor para con su rebaño y de éste con respecto a su pastor.54
Esta forma de poder subraya las obligaciones y no los derechos; además mientras en un caso se trata de gobernar las cosas, aquí son las personas. Pero sobre todo, para caracterizar el poder pastoral de forma abarcadora debemos ver cuál era el propósito: no sólo la mejor disposición de las cosas para los hombres, sino su salvación. Este objetivo ambicioso necesitaba técnicas que mantuvieran al rebaño unido como totalidad y que se ocuparan de cada uno: Omnes et singulatim[1].
En la visión del grupo de niños como rebaño se asienta un tipo de conducción, una forma de liderazgo de la situación que llamamos aula que intenta articularse con la conducción de sí mismo (es decir con lo que es la buena o mala conciencia): esa forma de liderazgo es el poder pastoral.
Este tipo de conducción se maneja con una economía sutil de pecados y merecimientos, siempre con el objetivo de la salvación. Dado que el pastor decide cómo debe interpretarse o solucionarse este balance entre actos buenos y malos, se solicita del participante del rebaño una obediencia absoluta:
“De un medio para un fin, la obediencia se transforma en un fin en sí mismo: la obediencia no es (sólo) un instrumento para llegar a ser virtuoso, sino que … se convierte ella misma en virtud. Se obedece para llegar a un estado de obediencia” (Foucault)

Identificar las raíces religiosas de nuestras prácticas docentes va a contramano de la propia visión que la escuela pública ha construido sobre sí misma, como espacio secularizado y claramente diferenciado de la iglesia …. Pero las consecuencias son diferentes si la consideráramos como una derivación de la democracia ateniense.(pág. 55)
La buena o mala conciencia de los siglos XV-XVIII fue la forma en que se intentó que la gente se identificara masivamente con cada confesión. A partir de la estructuración de instituciones escolares a cargo del Estado, el poder pastoral planteó que el objetivo era formar la conciencia, si se quería producir una nueva obediencia, no superficial. Foucault afirma que la conducción pastoral se basó enana coerción moral, casi obligatoria y fue casi permanente. La obediencia ya no sería exterior sino interiorizada. Ello influyó en la conformación del Estado moderno y del individuo moderno.
Siguiendo una caracterización de Foucault, Dussel describe tres vertientes en el interjuego entre lo grupal y lo individual, según cómo acentúan una u otra cara del poder pastoral:
Þ Singulatim o el costado individualizante: los jesuitas (pág. 65)
Þ Omnes o el costado grupal: método global de Comenius (pág. 56)
Þ Lo colectivo y lo individual en La Salle (pág. 72)

Jesuitas. Ver archivos. Aquí solamente estudiamos los aspectos vinculados al método sobre todo en su posición individualizante. Sin embargo, la introducción de los decuriones muestra que el trabajo de los jesuitas también era sobre el grupo. La pedagogía jesuítica está condensada en el Ratio studiorum que aunque fue sancionada en 1599 se venía conformando desde hacía muchos años.
Dentro de la estrategia del poder pastoral, la pedagogía jesuítica puso de relieve la cuestión de la atención individual, probablemente derivada de la tradición de la práctica católica de la confesión y absolución, que fuera tan criticada por los reformadores protestantes.66

Para Investigar y desarrollar: Precisiones sobre contexto histórico y particularidades del método pedagógico y disciplinario de Jesuitas, Comenius, La Salle.

[1] Ver trabajo de Foucault que lleva este nombre