El descubrimiento y la conquista pusieron a prueba los principios religiosos, morales y éticos de los europeos.
Una pregunta crucial: ¿Tenían alma los salvajes?
Una toma de posición papal de tremenda importancia para resolver este acertijo es la Bula Subliminis Dei.
Fue escrita por el Papa Paulo III en 1537, con el fin de resolver el asunto candente de la humanidad de los indios novohispanos. Debido a las diferencias entre las partes contendientes en este tema, era necesario tomar en cuenta el parecer papal sobre este asunto, pues el descubrimiento de los nuevos dominios españoles y sus habitantes exigía su definición legal. Por eso el Papa Paulo III recurre a la sublimidad divina para sustentar la humanidad de los indígenas novohispanos, en el mismo grado de perfección posible que la de los demás hombres.
Un análisis de esta Bula y su contextualización publicada por Armando Barrañon en el nº 34 de 'Razón y Palabra' ´de México, se puede encontrar en el sitio:
Figura: el Papa Paulo III en una pintura al óleo sobre lienzo de Tiziano (año 1543). Se ha destacado en esta pintura la captación psicológica de su personaje, donde Paulo III se nos muestra como un hombre desconfiado, cansado pero con la mirada inteligente y despierta. Mientras, las elegantes manos se agarran con fuerza al sillón, indicando su rechazo a abandonar el poder.
Tomado del sitio: http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/12570.htm