Universidades (Bowen II-IV) 1 LAS UNIVERSIDADES
BOWEN, James: Las universidades Capítulo IV, pág. 156-196 (Resumen y notas para uso de la cátedra por J.C.P)
BOWEN, James: Las universidades Capítulo IV, pág. 156-196 (Resumen y notas para uso de la cátedra por J.C.P)
Figura: Clase en la universidad
Germen: Escuelas catedralicias
Las escuelas catedralicias, a partir de formas embrionarias en los siglos VI y VII, ya en los siglos XI y XII se desarrollan rápidamente para acomodarse a las necesidades de la época de actividad económica e intelectual que siguió al resurgimiento europeo del siglo X. Así estas escuelas admitirían clérigos y se prestarían a las necesidades de profanos. A lo largo del siglo XII, los eruditos que enseñaban en estas escuelas tendrán creciente interés por la clasificación y contenido de los estudios. En esta época algunas de dichas escuelas comenzaron a adoptar un carácter más corporativo y en el período de un siglo dieron origen a la universidad o studium generale. Su aparición se debió a la imperiosa necesidad de dar formación adecuada a juristas, maestros y clérigos, que pululaban en las administraciones cada vez más complejas de la Iglesia y el Estado.
Las escuelas catedralicias estaban ligadas estrechamente a su catedral. La relajación de abades y obispos no impidió que trabajaran por las letras. Pero la escasez de escuelas y maestros era notoria. Según la autobiografía de Guilberto de Nogent, abad del monasterio de Nogent-sous-Coucy en el siglo XI difícilmente se encontraba algún maestro de gramática en las ciudades pequeñas y muy pocos en las grandes.
En los centros catedralicios más importantes existían escuelas, y en algunas de ellas florecientes. Tendrían dos grandes ramas: elemental y gramatical, regidas tal vez por el mismo maestro. En las localidades más apartadas las escuelas de muchas catedrales seguían siendo rudimentarias, con instrucción sencilla y elemental. En otras, fueron creadas recién en el siglo XIII.
El Papa Alejandro III reconoció explícitamente la necesidad de proveer más escuelas. En el decreto conciliar, fruto del concilio Lateranense de 1179, requiere de cada catedral la fundación de una escuela para clérigos y, sin pago alguno, también para los escolares pobres. Estas disposiciones parecen no haber llegado a cumplirse, porque en 1215, Inocencio III en un nuevo concilio ecuménico publica una decretal ordenando que cada catedral y en otras iglesias que dispongan de medios suficientes mantuviese un maestro de gramática, además de un maestro de teología.
Universidades (Bowen II-IV) 2
Orígenes de la universidad pág 159
Algunas de las escuelas catedralicias se habían hecho famosas por su ciencia, como Chartres, País, Reims, Laon, Lieja, Orleáns. Empero, carecían de una base institucional sólida que le diera a sus métodos estabilidad, formalización y sistematización. La población estudiantil seguía a los profesores famosos como Abelardo, también conocido por su superioridad en las disputas. A medida que la población de Europa crece, aparece como necesidad la sistematización. El modelo de esta nueva organización fueron los gremios y cofradías medievales. Poco a poco, algunos maestros empezaron a imitar la práctica de los gremios y a organizarse corporativamente en lo que llamaron, en latín, universitas (singular) o universitates (plural), seguramente con el fin de regularizar la enseñanza y mantener los niveles de calidad de quienes aspiraban a ingresar en la sociedad de maestros. Una de las más antiguas escuelas catedralicias que se organizó de esta manera es la de Notre-Dame. 1A lo largo del siglo XII esta escuela catedralicia constituyó para otras el prototipo de corporación docente o universitas. Célebre ya por la actividad de algunos de sus anteriores maestros como Guillermo de Champeaux y Pedro Abelardo, la escuela de París fue considerada como modelo de la institución universitaria y en ella se inspiraron después muchas otras fundaciones durante el siglo XIII.
En Italia surgen dos instituciones de enseñanza superior: una de Medicina en Salerno y otra de Abogacía en Bologna. Salerno surgió alrededor del siglo X, siendo ya famosa en el siglo XI, pero siguió funcionando únicamente como escuela de Medicina. Bologna, a diferencia de París, tuvo dos gremios: uno de estudiantes (universitas) y otro de maestros (collegium). A su vez, los gremios de estudiantes se multiplicaron según la nacionalidad (universitates). En Bologna, el nombre de universitas o universitates correspondía exclusivamente a las agrupaciones estudiantiles, mientras que las agrupaciones de maestros eran los collegia (plural).
A finales del siglo XII, por consiguiente, una institución de enseñanza enteramente nueva había surgido en París y Bologna, cada una con distinto modelo de organización. París reflejaba sus orígenes como escuela catedralicia, al convertirse en centro de estudios teológicos y filosóficos: Bologna, principal centro jurídico de Europa occidental, gozó del estímulo de la prosperidad comercial, un acicate para estudiar. En el siglo XIII fue en París donde tuvieron lugar las transformaciones más trascendentes para la educación, cuyos resultados influirían en gran parte de la intelectualidad.
1 En la puerta meridional de la catedral de Notre-Dame de París, hay relieves de escenas de la vida estudiantil del siglo XIII.
Universidades (Bowen II-IV) 3
Las escuelas catedralicias, a partir de formas embrionarias en los siglos VI y VII, ya en los siglos XI y XII se desarrollan rápidamente para acomodarse a las necesidades de la época de actividad económica e intelectual que siguió al resurgimiento europeo del siglo X. Así estas escuelas admitirían clérigos y se prestarían a las necesidades de profanos. A lo largo del siglo XII, los eruditos que enseñaban en estas escuelas tendrán creciente interés por la clasificación y contenido de los estudios. En esta época algunas de dichas escuelas comenzaron a adoptar un carácter más corporativo y en el período de un siglo dieron origen a la universidad o studium generale. Su aparición se debió a la imperiosa necesidad de dar formación adecuada a juristas, maestros y clérigos, que pululaban en las administraciones cada vez más complejas de la Iglesia y el Estado.
Las escuelas catedralicias estaban ligadas estrechamente a su catedral. La relajación de abades y obispos no impidió que trabajaran por las letras. Pero la escasez de escuelas y maestros era notoria. Según la autobiografía de Guilberto de Nogent, abad del monasterio de Nogent-sous-Coucy en el siglo XI difícilmente se encontraba algún maestro de gramática en las ciudades pequeñas y muy pocos en las grandes.
En los centros catedralicios más importantes existían escuelas, y en algunas de ellas florecientes. Tendrían dos grandes ramas: elemental y gramatical, regidas tal vez por el mismo maestro. En las localidades más apartadas las escuelas de muchas catedrales seguían siendo rudimentarias, con instrucción sencilla y elemental. En otras, fueron creadas recién en el siglo XIII.
El Papa Alejandro III reconoció explícitamente la necesidad de proveer más escuelas. En el decreto conciliar, fruto del concilio Lateranense de 1179, requiere de cada catedral la fundación de una escuela para clérigos y, sin pago alguno, también para los escolares pobres. Estas disposiciones parecen no haber llegado a cumplirse, porque en 1215, Inocencio III en un nuevo concilio ecuménico publica una decretal ordenando que cada catedral y en otras iglesias que dispongan de medios suficientes mantuviese un maestro de gramática, además de un maestro de teología.
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Orígenes de la universidad pág 159
Algunas de las escuelas catedralicias se habían hecho famosas por su ciencia, como Chartres, País, Reims, Laon, Lieja, Orleáns. Empero, carecían de una base institucional sólida que le diera a sus métodos estabilidad, formalización y sistematización. La población estudiantil seguía a los profesores famosos como Abelardo, también conocido por su superioridad en las disputas. A medida que la población de Europa crece, aparece como necesidad la sistematización. El modelo de esta nueva organización fueron los gremios y cofradías medievales. Poco a poco, algunos maestros empezaron a imitar la práctica de los gremios y a organizarse corporativamente en lo que llamaron, en latín, universitas (singular) o universitates (plural), seguramente con el fin de regularizar la enseñanza y mantener los niveles de calidad de quienes aspiraban a ingresar en la sociedad de maestros. Una de las más antiguas escuelas catedralicias que se organizó de esta manera es la de Notre-Dame. 1A lo largo del siglo XII esta escuela catedralicia constituyó para otras el prototipo de corporación docente o universitas. Célebre ya por la actividad de algunos de sus anteriores maestros como Guillermo de Champeaux y Pedro Abelardo, la escuela de París fue considerada como modelo de la institución universitaria y en ella se inspiraron después muchas otras fundaciones durante el siglo XIII.
En Italia surgen dos instituciones de enseñanza superior: una de Medicina en Salerno y otra de Abogacía en Bologna. Salerno surgió alrededor del siglo X, siendo ya famosa en el siglo XI, pero siguió funcionando únicamente como escuela de Medicina. Bologna, a diferencia de París, tuvo dos gremios: uno de estudiantes (universitas) y otro de maestros (collegium). A su vez, los gremios de estudiantes se multiplicaron según la nacionalidad (universitates). En Bologna, el nombre de universitas o universitates correspondía exclusivamente a las agrupaciones estudiantiles, mientras que las agrupaciones de maestros eran los collegia (plural).
A finales del siglo XII, por consiguiente, una institución de enseñanza enteramente nueva había surgido en París y Bologna, cada una con distinto modelo de organización. París reflejaba sus orígenes como escuela catedralicia, al convertirse en centro de estudios teológicos y filosóficos: Bologna, principal centro jurídico de Europa occidental, gozó del estímulo de la prosperidad comercial, un acicate para estudiar. En el siglo XIII fue en París donde tuvieron lugar las transformaciones más trascendentes para la educación, cuyos resultados influirían en gran parte de la intelectualidad.
1 En la puerta meridional de la catedral de Notre-Dame de París, hay relieves de escenas de la vida estudiantil del siglo XIII.
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París. Studium generale 161
La escuela catedralicia de Chartres, tan célebre en el siglo XI, a sólo 90 Km. de París, nunca llegó a desarrollar una universidad. Por el contrario, la universidad de París fue desarrollándose a partir de su escuela catedralicia, sin una fundación explícita. La fama de la escuela catedralicia ya era grande en el siglo XII, aumentando gracias al prestigio de Abelardo; en algún momento en la segunda mitad del siglo XII sus maestros se organizan en universitas. Por esa época los estudiantes comenzaron a acudir en gran número y nació una forma rudimentaria de colegio, el Collège de Dix-huit. A comienzos del siglo XIII el studium de París se hallaba ya firmemente establecido.
El término universitas se refería exclusivamente al gremio o corporación, que en el caso de París lo era de maestros.
El primer nombre que recibe la universidad de la catedral de Notre-Dame de París es el de studium generale. Literalmente significaba lugar de estudio para los estudiantes de cualquier parte del mundo. También en Italia se aplicó este nombre. Se admite que éste no indicaba que el currículo contemplaba todo el conocimiento: Salerno solamente medicina, Bologna derecho (luego agrega las artes liberales), París comienza por las artes liberales, especialmente el trivio, para enseguida agregar teología, derecho canónico y medicina. El término facultad aparece en el mismo siglo XIII significando cada grupo de materias (Bowen II: 162-163) aunque luego pasó a identificar cada grupo o corporación según qué se estudiaba.
A medida que la nueva institución veía extenderse su campo de responsabilidad, va necesitando rango legal. En París, a consecuencia de unos disturbios originados en 1200 entre estudiantes y ciudadanos armados, el rey Felipe Augusto otorgó a la universidad un fuero que daba derechos a los estudiantes. Al mismo tiempo la Iglesia se interesa más, debido a la aparición de algo equivalente a una sociedad autónoma de clérigos. Luego de un nuevo litigio entre ciudadanos y gentes de toga, los maestros de arte disolvieron la universidad en 1229, emigrando muchos de ellos a otros studia generalia incluyendo Oxford. Los maestros de teología se opusieron a la dispersión y continuaron enseñando en París. Fue la base de la continua fricción que existió a partir de entonces entre ambas facultades. El Papa Gregorio IX reconoce la universidad a través de una bula de 1231, llamada Parens scientiarum (madre de las ciencias).
La bula tiene interés en cuanto permite conocer hasta qué grado la Iglesia era parte de la universidad y cómo era la relación del papa con el rey. En un párrafo dice:
" en adelante los privilegios serán dados a conocer a los maestros y estudiantes por nuestro carísimo hijo en Cristo el ilustrísimo rey de Francia, y serán impuestas multas a quienes les hicieren daños, de tal modo que puedan
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2 Esta especie de escolares errantes existía desde muy antiguo. En Egipto eran conocidos en el siglo V y se llamaban con un nombre griego bakantiboi y también vagantes. El origen puede devenir de Baco, de vagus (errante) etc.
estudiar en París legalmente sin mayor dilación y sin ser acusados de infamia o irregularidad en su conducta".165
De esta forma la universidad se aseguraba la aprobación pontificia y ella a su vez se comprometía a observar sus cláusulas. Durante todo el siglo XIII y en grado menor en los subsiguientes, el papado trató de mantener un firme control sobre las universidades. A medida que avanza el siglo, la universidad de París se va haciendo más compleja, apareciendo numerosas reglamentaciones que intentaban regular la vida en todos los aspectos posibles.
Organización de los estudiantes: (1) colegios residenciales 165
Aunque París nunca conoció una corporación estudiantil tan poderosa como la universitas de Bologna, la organización de los estudiantes en París se manifestó primeramente en forma de agrupaciones por alojamiento, o como el Collège de Dix-huit que se destinaba a clérigos pobres. Otros hospicios se fueron creando, siendo el más célebre el creado por Robert de Sorbon para maestros de arte que estudiaban teología. Los estudiantes, que llegaban de todas partes, podían tener 14 años, apenas terminaban sus estudios de gramática. Necesitaban ser supervisados. Además, los locales abusaban frecuentemente de los extranjeros. El número de estudiantes aumentaba rápidamente y a ello se agregaban los goliardi2 o vagantes, que acudían atraídos por la vida social más que para aprender. Más allá del romanticismo, la masa de estudiantes constituyó un factor de fricción con la población local. A consecuencia de ello los estudiantes se vieron en la necesidad de organizarse en instituciones corporativas.
Organización de los estudiantes: (2) las naciones 167
Además de los colegios residenciales, surgieron las naciones, posiblemente en Bologna, de donde pasaron a París.
En las universidades de París y Bologna, los estudiantes no conformaban un grupo homogéneo. Venían de todas partes y deferían considerablemente en edad y conocimientos. Los más jóvenes empezaban por el primer grado de artes. Éstas eran descendientes de las artes liberales transmitidas desde la antigüedad por las escuelas catedralicias. En la época que nos ocupa, los estudios eran más complejos y se dividían en 4 áreas: las artes liberales y las tres disciplinas superiores: teología, leyes y medicina. En París existía una corporación por cada área y para ser admitido era necesario haber obtenido el grado de maestro en cada una. El nivel ínfimo era
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el maestro de artes, que podía solicitar el ingreso en una de las tres facultades superiores. Los estudiantes de éstas ya eran maestros de artes.
Los estudiantes más adultos tomaban parte muy activa en los asuntos de la universidad. Al ser a la vez maestros de los estudiantes y discípulos de profesores de mayor rango, se veían sometidos a presiones. En consecuencia se organizaron para proteger sus intereses y, por extensión, los de estudiantes jóvenes no graduados, que carecían de estas organizaciones.
Los estudiantes de París lograron que se les reconociera el derecho de organizarse y surgen cuatro grupos distintos, conocidos como nación francesa, normanda, picarda e inglesa, seguramente en relación con la procedencia de los estudiantes, admitiendo otros que eran vecinos (los ingleses admitían a escandinavos, etc.). A medida que las naciones iban adquiriendo identidad, sus roces eran frecuentes, no sólo con las corporaciones de maestros y con el canciller, sino también entre ellas, llegando a un estado de enemistad que contribuye a dar a la vida estudiantil un matiz picaresco y belicoso. Las naciones asumieron una identidad corporativa hasta tal punto que la lealtad de sus miembros hacia ellas era lo primordial. En los siglos siguientes, habían adquirido tal peso que se les otorga el derecho de autogobierno y de elegir a sus funcionarios; el principal era el procurador o proctor. Una función más importante que la autodisciplina fue tal vez la de mantener escuelas propias. Las escuelas habían empezado a abandonar la catedral de Notre-Dame y sus alrededores en la isla de la Cité incluso ya en tiempos de Abelardo, para establecerse más allá del Petit Pont en la rivera izquierda (Gauche) del Sena. Este barrio cultivó la lengua latina culta (barrio latino) y allí las naciones establecieron sus aulas. La facultad de teología tenía su centro en el Collège de Sorbon, la de leyes en el Clos Brunel. Las clases de artes se daban a lo largo de la Rue du Fouarre (calle de la Paja), nombre que quizás provenga de la costumbre de los estudiantes de cubrir con paja el suelo para sentarse.
Maestría en artes: Estudios y métodos pág 169
La primera universitas que se fundó en París fue una corporación de ‘artistas’ como se denominaban sus miembros. Las artes liberales eran la base de la enseñanza y el núcleo exigido de estudios. Todos los estudiantes no graduados, concluida la escuela gramatical, debían ingresar en la facultad de artes, generalmente hasta los 14 años. El siglo XIII es el primero en el que se tiene documentación sobre planes de estudio, con una constante expansión, pero con controversias y conflictos sobre la utilidad de tal expansión.
Contenidos. La Iglesia intervenía activamente en la confección de contenidos, y especialmente en la prohibición de los libros herejes o
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sospechosos de error; en el caso de los sospechosos, la prohibición regía hasta que un tribunal los examinara y los expurgara de tales errores. En la misma bula Parens scientiarum de 1231, se dan algunas pautas:
"Ordenamos ... que los maestros de arte den primero una lección ordinaria de Prisciano y otra después y no utilizarán en París esos libros sobre la naturaleza, que por ciertos motivos fueron prohibidos por el concilio provincial, hasta que hayan sido examinados y expurgados de toda sospecha de error" 170
A mediados del siglo XIII se introducen algunas obras de Aristóteles que antes estaban prohibidas, aunque esto se topa con la enconada resistencia de ciertos grupos. Esta resistencia se conoce como la controversia escolástica, y llegó a convertirse en el acontecimiento intelectual de mayor importancia para Occidente en aquel momento.
La escuela catedralicia de Chartres, tan célebre en el siglo XI, a sólo 90 Km. de París, nunca llegó a desarrollar una universidad. Por el contrario, la universidad de París fue desarrollándose a partir de su escuela catedralicia, sin una fundación explícita. La fama de la escuela catedralicia ya era grande en el siglo XII, aumentando gracias al prestigio de Abelardo; en algún momento en la segunda mitad del siglo XII sus maestros se organizan en universitas. Por esa época los estudiantes comenzaron a acudir en gran número y nació una forma rudimentaria de colegio, el Collège de Dix-huit. A comienzos del siglo XIII el studium de París se hallaba ya firmemente establecido.
El término universitas se refería exclusivamente al gremio o corporación, que en el caso de París lo era de maestros.
El primer nombre que recibe la universidad de la catedral de Notre-Dame de París es el de studium generale. Literalmente significaba lugar de estudio para los estudiantes de cualquier parte del mundo. También en Italia se aplicó este nombre. Se admite que éste no indicaba que el currículo contemplaba todo el conocimiento: Salerno solamente medicina, Bologna derecho (luego agrega las artes liberales), París comienza por las artes liberales, especialmente el trivio, para enseguida agregar teología, derecho canónico y medicina. El término facultad aparece en el mismo siglo XIII significando cada grupo de materias (Bowen II: 162-163) aunque luego pasó a identificar cada grupo o corporación según qué se estudiaba.
A medida que la nueva institución veía extenderse su campo de responsabilidad, va necesitando rango legal. En París, a consecuencia de unos disturbios originados en 1200 entre estudiantes y ciudadanos armados, el rey Felipe Augusto otorgó a la universidad un fuero que daba derechos a los estudiantes. Al mismo tiempo la Iglesia se interesa más, debido a la aparición de algo equivalente a una sociedad autónoma de clérigos. Luego de un nuevo litigio entre ciudadanos y gentes de toga, los maestros de arte disolvieron la universidad en 1229, emigrando muchos de ellos a otros studia generalia incluyendo Oxford. Los maestros de teología se opusieron a la dispersión y continuaron enseñando en París. Fue la base de la continua fricción que existió a partir de entonces entre ambas facultades. El Papa Gregorio IX reconoce la universidad a través de una bula de 1231, llamada Parens scientiarum (madre de las ciencias).
La bula tiene interés en cuanto permite conocer hasta qué grado la Iglesia era parte de la universidad y cómo era la relación del papa con el rey. En un párrafo dice:
" en adelante los privilegios serán dados a conocer a los maestros y estudiantes por nuestro carísimo hijo en Cristo el ilustrísimo rey de Francia, y serán impuestas multas a quienes les hicieren daños, de tal modo que puedan
Universidades (Bowen II-IV) 4
2 Esta especie de escolares errantes existía desde muy antiguo. En Egipto eran conocidos en el siglo V y se llamaban con un nombre griego bakantiboi y también vagantes. El origen puede devenir de Baco, de vagus (errante) etc.
estudiar en París legalmente sin mayor dilación y sin ser acusados de infamia o irregularidad en su conducta".165
De esta forma la universidad se aseguraba la aprobación pontificia y ella a su vez se comprometía a observar sus cláusulas. Durante todo el siglo XIII y en grado menor en los subsiguientes, el papado trató de mantener un firme control sobre las universidades. A medida que avanza el siglo, la universidad de París se va haciendo más compleja, apareciendo numerosas reglamentaciones que intentaban regular la vida en todos los aspectos posibles.
Organización de los estudiantes: (1) colegios residenciales 165
Aunque París nunca conoció una corporación estudiantil tan poderosa como la universitas de Bologna, la organización de los estudiantes en París se manifestó primeramente en forma de agrupaciones por alojamiento, o como el Collège de Dix-huit que se destinaba a clérigos pobres. Otros hospicios se fueron creando, siendo el más célebre el creado por Robert de Sorbon para maestros de arte que estudiaban teología. Los estudiantes, que llegaban de todas partes, podían tener 14 años, apenas terminaban sus estudios de gramática. Necesitaban ser supervisados. Además, los locales abusaban frecuentemente de los extranjeros. El número de estudiantes aumentaba rápidamente y a ello se agregaban los goliardi2 o vagantes, que acudían atraídos por la vida social más que para aprender. Más allá del romanticismo, la masa de estudiantes constituyó un factor de fricción con la población local. A consecuencia de ello los estudiantes se vieron en la necesidad de organizarse en instituciones corporativas.
Organización de los estudiantes: (2) las naciones 167
Además de los colegios residenciales, surgieron las naciones, posiblemente en Bologna, de donde pasaron a París.
En las universidades de París y Bologna, los estudiantes no conformaban un grupo homogéneo. Venían de todas partes y deferían considerablemente en edad y conocimientos. Los más jóvenes empezaban por el primer grado de artes. Éstas eran descendientes de las artes liberales transmitidas desde la antigüedad por las escuelas catedralicias. En la época que nos ocupa, los estudios eran más complejos y se dividían en 4 áreas: las artes liberales y las tres disciplinas superiores: teología, leyes y medicina. En París existía una corporación por cada área y para ser admitido era necesario haber obtenido el grado de maestro en cada una. El nivel ínfimo era
Universidades (Bowen II-IV) 5
el maestro de artes, que podía solicitar el ingreso en una de las tres facultades superiores. Los estudiantes de éstas ya eran maestros de artes.
Los estudiantes más adultos tomaban parte muy activa en los asuntos de la universidad. Al ser a la vez maestros de los estudiantes y discípulos de profesores de mayor rango, se veían sometidos a presiones. En consecuencia se organizaron para proteger sus intereses y, por extensión, los de estudiantes jóvenes no graduados, que carecían de estas organizaciones.
Los estudiantes de París lograron que se les reconociera el derecho de organizarse y surgen cuatro grupos distintos, conocidos como nación francesa, normanda, picarda e inglesa, seguramente en relación con la procedencia de los estudiantes, admitiendo otros que eran vecinos (los ingleses admitían a escandinavos, etc.). A medida que las naciones iban adquiriendo identidad, sus roces eran frecuentes, no sólo con las corporaciones de maestros y con el canciller, sino también entre ellas, llegando a un estado de enemistad que contribuye a dar a la vida estudiantil un matiz picaresco y belicoso. Las naciones asumieron una identidad corporativa hasta tal punto que la lealtad de sus miembros hacia ellas era lo primordial. En los siglos siguientes, habían adquirido tal peso que se les otorga el derecho de autogobierno y de elegir a sus funcionarios; el principal era el procurador o proctor. Una función más importante que la autodisciplina fue tal vez la de mantener escuelas propias. Las escuelas habían empezado a abandonar la catedral de Notre-Dame y sus alrededores en la isla de la Cité incluso ya en tiempos de Abelardo, para establecerse más allá del Petit Pont en la rivera izquierda (Gauche) del Sena. Este barrio cultivó la lengua latina culta (barrio latino) y allí las naciones establecieron sus aulas. La facultad de teología tenía su centro en el Collège de Sorbon, la de leyes en el Clos Brunel. Las clases de artes se daban a lo largo de la Rue du Fouarre (calle de la Paja), nombre que quizás provenga de la costumbre de los estudiantes de cubrir con paja el suelo para sentarse.
Maestría en artes: Estudios y métodos pág 169
La primera universitas que se fundó en París fue una corporación de ‘artistas’ como se denominaban sus miembros. Las artes liberales eran la base de la enseñanza y el núcleo exigido de estudios. Todos los estudiantes no graduados, concluida la escuela gramatical, debían ingresar en la facultad de artes, generalmente hasta los 14 años. El siglo XIII es el primero en el que se tiene documentación sobre planes de estudio, con una constante expansión, pero con controversias y conflictos sobre la utilidad de tal expansión.
Contenidos. La Iglesia intervenía activamente en la confección de contenidos, y especialmente en la prohibición de los libros herejes o
Universidades (Bowen II-IV) 6
sospechosos de error; en el caso de los sospechosos, la prohibición regía hasta que un tribunal los examinara y los expurgara de tales errores. En la misma bula Parens scientiarum de 1231, se dan algunas pautas:
"Ordenamos ... que los maestros de arte den primero una lección ordinaria de Prisciano y otra después y no utilizarán en París esos libros sobre la naturaleza, que por ciertos motivos fueron prohibidos por el concilio provincial, hasta que hayan sido examinados y expurgados de toda sospecha de error" 170
A mediados del siglo XIII se introducen algunas obras de Aristóteles que antes estaban prohibidas, aunque esto se topa con la enconada resistencia de ciertos grupos. Esta resistencia se conoce como la controversia escolástica, y llegó a convertirse en el acontecimiento intelectual de mayor importancia para Occidente en aquel momento.
Métodos 170. El método usual por el cual se impartía la enseñanza en las universidades era el de la lectio (lección) que consistía en leer y comentar los autores señalados, procediendo a continuación a un debate. Ya en el siglo X los maestros de leyes habían usado la técnica llamada pro et contra. La argumentación y la disputa llegaron a imponerse como métodos ordinarios y casi exclusivos en las universidades. Los debates adoptaban una forma definida y se denominaban quaestiones disputatae. Periódicamente un maestro exponía la cuestión disputada que debería discutirse dos semanas después; finalmente, tras haber examinado los estudiantes todas sus implicaciones acumulando argumentos en pro y en contra, el maestro trataba de resolver dicha cuestión o de ‘determinarla’ a l amanera de un juez, sopesando el mérito de cada argumento o prueba. Las cuestiones discutidas eran de suma trascendencia, y las mentes más brillantes participaban. Algunas de las cuestiones planteadas por Mateo de Aquasparta:
Cuestión 1. La cuestión es: si para conocer una cosa se requiere la existencia de la cosa misma o si lo que no existe puede ser objeto de conocimiento.
Cuestión 2. En segundo lugar investigamos si todo lo que se conoce con certeza mediante un conocimiento intelectual es conocido en los planes eternos o a la luz de la primera Verdad.
En su forma más avanzada, este método de quaestiones llegó a convertirse en un rasgo característico de la vida magisterial de la universidad. Dos veces al año, por navidad y pascua, los propios maestros se reunían para sostener grandes debates, o quaestiones quolibetales que tenían lugar frente a un vasto auditorio de estudiantes. Los temas se escogían en base a la trascendencia de los problemas que se planteaban, con el fin de llevar éstos hasta sus últimas consecuencias. Usados por eruditos de la talla de Tomás de Aquino el método alcanzaba un grado supremo de rigor y penetración, y toda la Europa intelectual estaba pendiente para aplicarla más tarde a futuras investigaciones.
Cuestión 1. La cuestión es: si para conocer una cosa se requiere la existencia de la cosa misma o si lo que no existe puede ser objeto de conocimiento.
Cuestión 2. En segundo lugar investigamos si todo lo que se conoce con certeza mediante un conocimiento intelectual es conocido en los planes eternos o a la luz de la primera Verdad.
En su forma más avanzada, este método de quaestiones llegó a convertirse en un rasgo característico de la vida magisterial de la universidad. Dos veces al año, por navidad y pascua, los propios maestros se reunían para sostener grandes debates, o quaestiones quolibetales que tenían lugar frente a un vasto auditorio de estudiantes. Los temas se escogían en base a la trascendencia de los problemas que se planteaban, con el fin de llevar éstos hasta sus últimas consecuencias. Usados por eruditos de la talla de Tomás de Aquino el método alcanzaba un grado supremo de rigor y penetración, y toda la Europa intelectual estaba pendiente para aplicarla más tarde a futuras investigaciones.
Universidades (Bowen II-IV) 7
La sencilla metodología de los tiepos carolingios y de principios del feudalismo, basada en el estudio de autoridades y textos normativos como los de Casiodoro, Isidoro y Rabano Mauro, quedaba ya desfasada.
Maestría en artes. Egreso y admisión en el gremio pág 172
Una vez que el estudiante completaba su programa de estudios, se hallaba listo para la ceremonia de graduación. Debía tener 21 años (luego se admitió un mínimo de 20 años) y ser "de vida honrada y loable conversación". Al concluir la primera etapa formal de sus estudios superiores, celebraba la ceremonia de disputa o debate llamada ‘determinación’; en algunas universidades se otorgaba un título de bachiller. Después de enseñar él mismo durante dos años, continuando al mismo tiempo sus estudios bajo otro maestro, y previa superación de las pruebas necesarias, el bachiller era promovido a la candidatura preliminar al grado de maestro, cuyo primer paso era la concesión de la licencia por el canciller. En una compleja ceremonia de marcado carácter eclesiástico, el bachiller era investido como ‘licenciado’ título que le daba derecho a solicitar el ingreso en la corporación de maestros. Tras un nuevo período de actividad docente, tal vez de seis meses, durante el cual el licenciado tenía ocasión de demostrar su valía, se llegaba a la etapa final (iniciación, estreno o entronización) con una ceremonia aún más solemne que la licenciatura. Era admitido solemnemente en la corporación en presencia de sus miembros. Luego de las ceremonias religiosas de rigor el maestro daba su lección inaugural, siendo a continuación investido con los símbolos de sus título: el birrete y el libro. Acto seguido tomaba asiento en la cátedra junto a sus colegas.
Esta toma de posesión llevaba consigo el ambicionado derecho ius ubique docendi, que era una sanción papal y otorgaba el privilegio de enseñar en todas partes.
El sistema parisiense de tres grados – bachiller, licenciado, maestro – fue imitado en la mayoría de las demás universidades, aunque a veces usando dos sinónimos de maestro: profesor y doctor.
Las artes liberales constituían el núcleo fundamental de los estudios. Las exigencias de los estudios y de las pruebas obraban como mecanismo de selección, produciendo mucho desgranamiento. Los que solo lograban el grado de bachiller, podían conseguir trabajo como maestros de escuela. El acceso a los estudios superiores era muy difícil.
Los estudios superiores: teología, derecho, medicina 174
La aparición de la traducción de la Biblia de Alcuino (Vulgata) sirvió para su estudio en las escuelas monacales y catedralicias. Luego van apareciendo comentarios y críticas llamadas sacrae paginae dando lugar a
La sencilla metodología de los tiepos carolingios y de principios del feudalismo, basada en el estudio de autoridades y textos normativos como los de Casiodoro, Isidoro y Rabano Mauro, quedaba ya desfasada.
Maestría en artes. Egreso y admisión en el gremio pág 172
Una vez que el estudiante completaba su programa de estudios, se hallaba listo para la ceremonia de graduación. Debía tener 21 años (luego se admitió un mínimo de 20 años) y ser "de vida honrada y loable conversación". Al concluir la primera etapa formal de sus estudios superiores, celebraba la ceremonia de disputa o debate llamada ‘determinación’; en algunas universidades se otorgaba un título de bachiller. Después de enseñar él mismo durante dos años, continuando al mismo tiempo sus estudios bajo otro maestro, y previa superación de las pruebas necesarias, el bachiller era promovido a la candidatura preliminar al grado de maestro, cuyo primer paso era la concesión de la licencia por el canciller. En una compleja ceremonia de marcado carácter eclesiástico, el bachiller era investido como ‘licenciado’ título que le daba derecho a solicitar el ingreso en la corporación de maestros. Tras un nuevo período de actividad docente, tal vez de seis meses, durante el cual el licenciado tenía ocasión de demostrar su valía, se llegaba a la etapa final (iniciación, estreno o entronización) con una ceremonia aún más solemne que la licenciatura. Era admitido solemnemente en la corporación en presencia de sus miembros. Luego de las ceremonias religiosas de rigor el maestro daba su lección inaugural, siendo a continuación investido con los símbolos de sus título: el birrete y el libro. Acto seguido tomaba asiento en la cátedra junto a sus colegas.
Esta toma de posesión llevaba consigo el ambicionado derecho ius ubique docendi, que era una sanción papal y otorgaba el privilegio de enseñar en todas partes.
El sistema parisiense de tres grados – bachiller, licenciado, maestro – fue imitado en la mayoría de las demás universidades, aunque a veces usando dos sinónimos de maestro: profesor y doctor.
Las artes liberales constituían el núcleo fundamental de los estudios. Las exigencias de los estudios y de las pruebas obraban como mecanismo de selección, produciendo mucho desgranamiento. Los que solo lograban el grado de bachiller, podían conseguir trabajo como maestros de escuela. El acceso a los estudios superiores era muy difícil.
Los estudios superiores: teología, derecho, medicina 174
La aparición de la traducción de la Biblia de Alcuino (Vulgata) sirvió para su estudio en las escuelas monacales y catedralicias. Luego van apareciendo comentarios y críticas llamadas sacrae paginae dando lugar a
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comentarios o glosas que se iban agregando a la misma Biblia. En el siglo XII estas glosas eran tan abundantes que empezaron a agruparse en libros separados. T. Uno de ellos, llamado ‘Sentencias’ de Pedro Lombardo, presenta un adelanto: en lugar de ceñirse a una cimple compilación de glosas, pasan a plantear un problema o proposición (quaestio) y a discutirlo dialécticamente citando argumentos en pro y en contra a partir de fuentes autorizadas. Otros teólogos confeccionaron ‘apostillas’ que eran palabras claves de la Biblia organizadas alfabéticamente con la referencia de la página (un índice). Las glosas, bajo el influjo de Pedro Lombardo, comenzaron a incoluir otras ‘cuestiones’ exegéticas, algunas que eran enmiendas a versiones anteriores.
Paralelamente a esta evolución de los estudios bíblicos, los teólogos empezaron a organizarse en corporación a finales del siglo XII. Los pontífices seguían con atención esta corporación y les fijaba reglas. Asimismo, intervenía en la curricula. En 1219, Honorio III hace de la teología la disciplina más importante que se estudia en París. En su bula declara:
"Deseamos difundir el estudio de la teología con el fin de … rodear la fe católica de una muralla inexpugnable de guerrero".
(…) "Por estas letras firmemente prohibimos la enseñanza del derecho civil en la ciudad de París y sus aledaños" 177
Como se ve, la expansión de la teología llevó consigo la prohibición de estudiar el derecho civil, ya que el derecho canónico bastaría para solucionar cualquier problema legal que se presentara. En caso de desobediencia se imponía la excomunión.
Ese mismo sentimiento pontificio se ve reforzado en la famosa carta Parens scientiarum de 1231, de Gregorio IX. Esta bula primariamente confirmaba la prohibición de ciertas obras de Aristóteles, intimaba a los maestros y teólogos que no se convirtieran en filósofos, sino al contrario en eruditos de Dios, y a que evitaran el uso de la lengua vernácula y disputaran en latín "sólo de aquellas cuestiones que ueden resolverse acudiendo a obras teológicas y a los tratados de los santos padres"
La teología tendría su propia facultad a mediados del siglo XIII con sus métodos y reglamentos claros. El texto principal eran los libros de sentencias de Lombardo.
El desarrollo de la facultad de derecho se vio frenado, limitando sus estudios al derecho canónico, de curriculum semejante a la de teología.
La medicina 179 recurría a textos de Galeno, Avicena y otros autores. Los grados eran similares a otras facultades: bachiller en la disciplina, licenciatura y finalmente la inceptio hasta conseguir el grado de maestro con la admisión en el gremio. El ingreso en la corporación requeería de algunos tests de carácter y la profesión de fe cristiana. Un decreto de 1271
Paralelamente a esta evolución de los estudios bíblicos, los teólogos empezaron a organizarse en corporación a finales del siglo XII. Los pontífices seguían con atención esta corporación y les fijaba reglas. Asimismo, intervenía en la curricula. En 1219, Honorio III hace de la teología la disciplina más importante que se estudia en París. En su bula declara:
"Deseamos difundir el estudio de la teología con el fin de … rodear la fe católica de una muralla inexpugnable de guerrero".
(…) "Por estas letras firmemente prohibimos la enseñanza del derecho civil en la ciudad de París y sus aledaños" 177
Como se ve, la expansión de la teología llevó consigo la prohibición de estudiar el derecho civil, ya que el derecho canónico bastaría para solucionar cualquier problema legal que se presentara. En caso de desobediencia se imponía la excomunión.
Ese mismo sentimiento pontificio se ve reforzado en la famosa carta Parens scientiarum de 1231, de Gregorio IX. Esta bula primariamente confirmaba la prohibición de ciertas obras de Aristóteles, intimaba a los maestros y teólogos que no se convirtieran en filósofos, sino al contrario en eruditos de Dios, y a que evitaran el uso de la lengua vernácula y disputaran en latín "sólo de aquellas cuestiones que ueden resolverse acudiendo a obras teológicas y a los tratados de los santos padres"
La teología tendría su propia facultad a mediados del siglo XIII con sus métodos y reglamentos claros. El texto principal eran los libros de sentencias de Lombardo.
El desarrollo de la facultad de derecho se vio frenado, limitando sus estudios al derecho canónico, de curriculum semejante a la de teología.
La medicina 179 recurría a textos de Galeno, Avicena y otros autores. Los grados eran similares a otras facultades: bachiller en la disciplina, licenciatura y finalmente la inceptio hasta conseguir el grado de maestro con la admisión en el gremio. El ingreso en la corporación requeería de algunos tests de carácter y la profesión de fe cristiana. Un decreto de 1271
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3 La prohibición a los judíos de estudiar en la universidad es mencionada en ‘El Mercader de Venezia’ en el comienzo de su versión cinematográfica, explicando que por esa razón muchos judíos se dedicaron entonces al oficio de prestamistas.
prohibía a los judíos3, ciruanos y boticarios el ejercer como médicos. Los cirujanos y boticarios tenían sus propios gremios, por lo que su exclusión hace pensar de que podía tratarse de una rivalidad entre corporaciones en competencia mutua. Por otra parte, la cirugía no se enseñaba: sólo se practicaba la disección pero en animales. Los bitocarios eran frecuentemente charlatanes. Todo eso explica que el médico fuera considerado superior a los de las otras profesiones, pudiendo incluso dictarle normas. Los contenidos venían de siglos de sabiduría de la antigüedad clásica, aunque venían transmitidos por árabes y judíos. El método de enseñanza, sin embargo, era el mismo que en las otras disciplinas: lectura y comentarios acerca de un autor.
3 La prohibición a los judíos de estudiar en la universidad es mencionada en ‘El Mercader de Venezia’ en el comienzo de su versión cinematográfica, explicando que por esa razón muchos judíos se dedicaron entonces al oficio de prestamistas.
prohibía a los judíos3, ciruanos y boticarios el ejercer como médicos. Los cirujanos y boticarios tenían sus propios gremios, por lo que su exclusión hace pensar de que podía tratarse de una rivalidad entre corporaciones en competencia mutua. Por otra parte, la cirugía no se enseñaba: sólo se practicaba la disección pero en animales. Los bitocarios eran frecuentemente charlatanes. Todo eso explica que el médico fuera considerado superior a los de las otras profesiones, pudiendo incluso dictarle normas. Los contenidos venían de siglos de sabiduría de la antigüedad clásica, aunque venían transmitidos por árabes y judíos. El método de enseñanza, sin embargo, era el mismo que en las otras disciplinas: lectura y comentarios acerca de un autor.
Studium en Bologna* pág 180
Se cree que las escuelas del norte de Italia nunca dejaron de existir del todo durante el período feudal, y es probable que en Bologna, como en otras ciudades semejantes, las instituciones municipales de los tiempos de Roma continuaran funcionando, y que el nuevo studium no fuera sino la expansión de una de éstas, estimulada por las mejores condiciones economicas y comerciales del siglo XII. La situación de Bologna en la llanura de Lombardía es muy favorable, encontrándose en un cruce caminos a las ciudades más importantes del Norte de Italia. Los libros que el emperador Justiniano hizo recopilar en el siglo VI constituían un cuerpo legal que, con modificaciones posteriores fueron la base del Código de Derecho Civil. También se usaronlas glosas, como en el caso de la teología, sirviendo de explicaciones, elucidaciones, enmiendas, comentarios, lecuras alternativas, etc., al texto mismo. Escribir glosas era en realidad el método ordinario de estudiar derecho en aquella época. La autoridad de los textos provenía de fuentes como la Biblia, Aristóteles, Boecio y otros. Las glosas desempeñaron otra función en la enseñanza del derecho, ya que servían de anotaciones a las lecturae impartidas por vía oral, de materiales a los textos escritos o summae, y de comentarisa que permitían a los futuros juristas proseguir sus estudios del texto legal. La escuela bolognesa de derecho continuó desarrollándose , y la técnica de glosar fue progresando entre sus estudiantes. Con el tiempo, las glosas adquieren tal importancia que son publicadas aparte y un amplio texto resultante (de Accursio) quedó como obra de base para el estudio del derecho. La escuela de derecho, iniciada en Bologna por Guarnerius a principios del siglo XII llegó a su a su apogeo con la publicación de Accursio.
Se cree que las escuelas del norte de Italia nunca dejaron de existir del todo durante el período feudal, y es probable que en Bologna, como en otras ciudades semejantes, las instituciones municipales de los tiempos de Roma continuaran funcionando, y que el nuevo studium no fuera sino la expansión de una de éstas, estimulada por las mejores condiciones economicas y comerciales del siglo XII. La situación de Bologna en la llanura de Lombardía es muy favorable, encontrándose en un cruce caminos a las ciudades más importantes del Norte de Italia. Los libros que el emperador Justiniano hizo recopilar en el siglo VI constituían un cuerpo legal que, con modificaciones posteriores fueron la base del Código de Derecho Civil. También se usaronlas glosas, como en el caso de la teología, sirviendo de explicaciones, elucidaciones, enmiendas, comentarios, lecuras alternativas, etc., al texto mismo. Escribir glosas era en realidad el método ordinario de estudiar derecho en aquella época. La autoridad de los textos provenía de fuentes como la Biblia, Aristóteles, Boecio y otros. Las glosas desempeñaron otra función en la enseñanza del derecho, ya que servían de anotaciones a las lecturae impartidas por vía oral, de materiales a los textos escritos o summae, y de comentarisa que permitían a los futuros juristas proseguir sus estudios del texto legal. La escuela bolognesa de derecho continuó desarrollándose , y la técnica de glosar fue progresando entre sus estudiantes. Con el tiempo, las glosas adquieren tal importancia que son publicadas aparte y un amplio texto resultante (de Accursio) quedó como obra de base para el estudio del derecho. La escuela de derecho, iniciada en Bologna por Guarnerius a principios del siglo XII llegó a su a su apogeo con la publicación de Accursio.
Desarrollo corporativo 184
A la sombra de estos estudios jurídicos, el studium de Bologna comenzo a desarrollar su carácter corporativo. El aprendizaje del derecho era una necesidad y atraía estudiantes. A diferencia de París (donde la mayoría de
A la sombra de estos estudios jurídicos, el studium de Bologna comenzo a desarrollar su carácter corporativo. El aprendizaje del derecho era una necesidad y atraía estudiantes. A diferencia de París (donde la mayoría de
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los litterati pertenecían de alguna manera al clero), en Italia existían numerosos maestros y estudiantes civiles y que, por consiguiente, no gozaban de la protección o privilegio del fuero que tenían todos los clérigos. Generalmente dicho privilegio consistía en estar sometido únicamente a tribunales eclesiásticos. Por la disposición del Privilegium scholasticum o Authentica habita, Federico I (Barbarroja) extendía la protección imperial a todas las personas que viajaran a Italia para estudiar.
Los Authentica habita constituyen el primer documento de privilegios concedidos a estudiantes. Los estudiantes se organizaron para defender sus intereses; además los de derecho eran generalmente de edad madura y sensibles al tema. Obtuvieron concesiones tocantes a derechos de alojamiento, cuya seguridad y continuidad se les aseguraba en contra de la avaricia de ciertos propietarios, exención de impuestos, sobre todo en la compra de libros. Éstos no eran mercancía, porque los graduados conservaban sus libros para el ejercicio de la profesión.
Parece que éstas son las circunstancias que indujeron a los estudiantes de Bologna a agruparse y que de aquí probablemente surgió la organización de las ‘naciones’, que después serían adoptadas por París.
La universidad se situaba en el contexto de una ciudad –Estado o ‘comuna’, que como otras intentaba mantener su independencia frente a los poderes del papa y el emperador. En medio de intrigas, la comuna reconocía que la universidad era valiosa, pero como ciudad relativamente pequeña temía que la fuerza corporativa del studium creciese hasta lel punto de usurpar funciones de la municipalidad. Los estudiantes trataban de elegir ellos mismos a los rectores de sus naciones. A su vez, la ciudad no les daba a los extranjeros la ciudadanía. El descontento de los estudiantes generó el vaciamiento de la universidad, que dejó de funcionar de 1217 a 1220: fue la ‘gran dispersión’ donde muchos estudiantes emigraron a otras ciudades, donde surgieron otros studia que toman el modelo de Bologna.
Con la intervención de las autoridades imperiales, de Honorio III y de las autoridades comunales, retornan a la ciudad con más poder, obtienendo nuevas concesiones, como la exención del servicio militar, el derecho a organizar sus propias universitates, de elegir a sus rectores y supervisar la marcha del studium, además de muchas reivindicaciones económicas. Una de las condiciones para el regreso de la gran dispersión fue que los maestros aceptaran la autoridad de los rectores de las naciones estudiantiles. Las universidades de estudiantes se convirtieron en los verdaderos organos de control y, al tener los maestros que remitirse a su autoridad, los estudiantes acabaron nombrando a los profesores. Un importante poder decisivo quedó en manos del colllegium doctorum: el derecho de examinar y admitir a nuevos miembros en su corporación.
El papado se estaba interesando cada vez más. En 1219 Honorio consigue cierto control eclesiástico al exigir a los estudiantes, para su
los litterati pertenecían de alguna manera al clero), en Italia existían numerosos maestros y estudiantes civiles y que, por consiguiente, no gozaban de la protección o privilegio del fuero que tenían todos los clérigos. Generalmente dicho privilegio consistía en estar sometido únicamente a tribunales eclesiásticos. Por la disposición del Privilegium scholasticum o Authentica habita, Federico I (Barbarroja) extendía la protección imperial a todas las personas que viajaran a Italia para estudiar.
Los Authentica habita constituyen el primer documento de privilegios concedidos a estudiantes. Los estudiantes se organizaron para defender sus intereses; además los de derecho eran generalmente de edad madura y sensibles al tema. Obtuvieron concesiones tocantes a derechos de alojamiento, cuya seguridad y continuidad se les aseguraba en contra de la avaricia de ciertos propietarios, exención de impuestos, sobre todo en la compra de libros. Éstos no eran mercancía, porque los graduados conservaban sus libros para el ejercicio de la profesión.
Parece que éstas son las circunstancias que indujeron a los estudiantes de Bologna a agruparse y que de aquí probablemente surgió la organización de las ‘naciones’, que después serían adoptadas por París.
La universidad se situaba en el contexto de una ciudad –Estado o ‘comuna’, que como otras intentaba mantener su independencia frente a los poderes del papa y el emperador. En medio de intrigas, la comuna reconocía que la universidad era valiosa, pero como ciudad relativamente pequeña temía que la fuerza corporativa del studium creciese hasta lel punto de usurpar funciones de la municipalidad. Los estudiantes trataban de elegir ellos mismos a los rectores de sus naciones. A su vez, la ciudad no les daba a los extranjeros la ciudadanía. El descontento de los estudiantes generó el vaciamiento de la universidad, que dejó de funcionar de 1217 a 1220: fue la ‘gran dispersión’ donde muchos estudiantes emigraron a otras ciudades, donde surgieron otros studia que toman el modelo de Bologna.
Con la intervención de las autoridades imperiales, de Honorio III y de las autoridades comunales, retornan a la ciudad con más poder, obtienendo nuevas concesiones, como la exención del servicio militar, el derecho a organizar sus propias universitates, de elegir a sus rectores y supervisar la marcha del studium, además de muchas reivindicaciones económicas. Una de las condiciones para el regreso de la gran dispersión fue que los maestros aceptaran la autoridad de los rectores de las naciones estudiantiles. Las universidades de estudiantes se convirtieron en los verdaderos organos de control y, al tener los maestros que remitirse a su autoridad, los estudiantes acabaron nombrando a los profesores. Un importante poder decisivo quedó en manos del colllegium doctorum: el derecho de examinar y admitir a nuevos miembros en su corporación.
El papado se estaba interesando cada vez más. En 1219 Honorio consigue cierto control eclesiástico al exigir a los estudiantes, para su
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4 En el transcurso del siglo XIII fueron tomando consistencia unos estudios paralegales, dependientes en gran medida de las artes dictaminis, que se organizaron separadamente como facultad ocon carácter propio, denominándose ars notaria.(Bowen 193)
ingreso en la corporación de doctores de derecho canónico y civil , la aprobación del Arcediano de Bolonia.
La historia de la universidad de Bologna es de conflictos. De vez en cuando entraba en colisión con el papa, que durante el siglo XIII intentó asegurarse el control. Pero este control se fue logrando paulatinamente; un paso significativo lo dio el papado al otorgar al licenciado de Bologna, ya sea en derecho canónico o civil, el privilegio de poder enseñar en todas partes.
Programa de estudios en Bologna190
Un programa de estudios bien articulado seguía atrayendo estudiantes, generalmente de edad madura y familias acomodadas. Su gloria fue la enseñanza del derecho, al que se asociaba el de las artes liberales. Pero, a diferencia de París, en sus aulas nunca se enseñó teología, que permanecía acantonada en las escuelas monásticas de la ciudad; la medicina se introdujo más tarde. Las artes liberales en Bologna servían como preparatorias para el derecho y eran de orientación práctica, en un contexto de gran desarrollo comercial, mientras en París preparaban para la teología. Hay indicios de que muchas ciudades del Norte de italia tenían instituciones, seguramente sobrevivientes de siglos anteriores, al estilo de Bologna, aunque ésta era del de mayor rango. Se deduce que losmétodos ordinarios debían seguir los ya establecidos por Cicerón y Quintiliano y que las materias se ceñían a las del curso convencional de retórica.
4 En el transcurso del siglo XIII fueron tomando consistencia unos estudios paralegales, dependientes en gran medida de las artes dictaminis, que se organizaron separadamente como facultad ocon carácter propio, denominándose ars notaria.(Bowen 193)
ingreso en la corporación de doctores de derecho canónico y civil , la aprobación del Arcediano de Bolonia.
La historia de la universidad de Bologna es de conflictos. De vez en cuando entraba en colisión con el papa, que durante el siglo XIII intentó asegurarse el control. Pero este control se fue logrando paulatinamente; un paso significativo lo dio el papado al otorgar al licenciado de Bologna, ya sea en derecho canónico o civil, el privilegio de poder enseñar en todas partes.
Programa de estudios en Bologna190
Un programa de estudios bien articulado seguía atrayendo estudiantes, generalmente de edad madura y familias acomodadas. Su gloria fue la enseñanza del derecho, al que se asociaba el de las artes liberales. Pero, a diferencia de París, en sus aulas nunca se enseñó teología, que permanecía acantonada en las escuelas monásticas de la ciudad; la medicina se introdujo más tarde. Las artes liberales en Bologna servían como preparatorias para el derecho y eran de orientación práctica, en un contexto de gran desarrollo comercial, mientras en París preparaban para la teología. Hay indicios de que muchas ciudades del Norte de italia tenían instituciones, seguramente sobrevivientes de siglos anteriores, al estilo de Bologna, aunque ésta era del de mayor rango. Se deduce que losmétodos ordinarios debían seguir los ya establecidos por Cicerón y Quintiliano y que las materias se ceñían a las del curso convencional de retórica.
(Figura: Libros encadenados, biblioteca de la università di Bologna)
El primer cambio importante lo produjo Boncompagno, de Signa Franca, que enseñó en Bologna en el siglo XIII. En una disertación pública sobre el antiguo estilo de la retórica clásica, delante de las autoridades, fue "aprobado y coronado de laurel", siendo más tarde el autor de la Rhetorica Novissima, de carácter más práctico que la de Cicerón, reflejado en la composición de cartas o dictamen, por lo cual la disciplina se comenzó a llamar ars dictaminis.4 Esto también abre el camino al uso de la lengua vernácula, en cuanto empiezan a aparecer comentarios y traducciones de esta obra al volgare. A los notarios se les examinaba de sus conocimientos de la lengua vernácula antes de ser admitidos en la corporación.
En los exámenes para la obtención del bachillerato – grado que indicaba la culminación del curso de artes – la ceremonia final tenía lugar frente a una asamblea o conventus de la universidad, y era supervisada por los propios juristas, de quienes dependía en último término la aprobación.
Universidades (Bowen II-IV) 12
El aspecto más relevante de la organización académica lo constituían las condiciones de admisión en las corporaciones profesionales, que en Bologna quedarían conformadas en: derecho, ars notaria y medicina.
Con respecto a los métodos, conocemos mejor lo que sucedía en derecho. El maestro Pedro Peregrossi, para enseñar el derecho civil, según sus propias palabras procedía así:194
"Primero os daré un resumen de cada título antes de pasar al texto; segundo os indicaré del modo más claro y exlicito que me sea posible el significado y alcance de cada ley … tercero leeré el texto con miras a corregirlo, cuarto repetiré brevemente el contenido de la ley, quinto resolveré las contradicciones aparentes, añadiendo algunos principios jurídicos generales … y algunas distinciones o problemas sutiles o interesantes (quaestiones) que surjan de la ley, con sus soluciones, en la medida en que la divina providencia me capacite para ello."194
A los pasajes difíciles les dedicaría repeticiones suplementarias por la tarde, y dos veces al año, en navidad y Pascua, se ofrece a disputar cuestiones quodlibetales.
Los estudiantes ejercían presión sobre el profesorado, supervisando los métodos docentes. Se nombraban escolares aptos para denunciar a cualquier profesor que no se atuviese al horario o que no llevara las disputas con eficacia. Los rectores debían nombrar y supervisar esta comisión o pagar con multas. Cada doctor en leyes debía estar en la escuela antes de que la campana de San Pedro señalara el fin de la misa matutina y comenzar inmediatamente las clases y terminar a tiempo. No podía omitir determinadas glosas en su explicación:
Ningún doctor omitiría … un solo capítulo, decretal, ley o párrafo … ninguna parte difícil del texto ha de dejarse para el final (ya que) con esta demora es posible que el tratamiento de dicha parte sea cortado en seco por la campana que señale el fin de la clase.
Ningún doctor de derecho canónico o civil … se ausentará más allá de los límites de la ciudad de Bologna y permanecerá fuera de ellos por tanto tiempo que los estudiantes lleguen a perder una clase o tengan que suistituirlo por otro"
Así, los estudiantes al propio tiempo se regulaban a sí mismos e imponían al cuerpo esrtudiantil una disciplina igualmente rigurosa. Se supone que pocos ‘sobrevivirían’ hasta graduarse. Una vez completada la carrera, la recompensa era considerable, como lo indica la fórmula empleada para conferir grados en derecho (in utroque iure).
A fines del siglo XIII Bologna, como París, era ya una universidad bien asentada con una estructura corporativa y un programa de estudios en pleno auge. Tanto el uno como el otro de estos dos studia generalia sentaron las bases de un solido medio institucional que contribuyó a la difusión del saber. En 1300 había ya 23 universidades funcionando:
El aspecto más relevante de la organización académica lo constituían las condiciones de admisión en las corporaciones profesionales, que en Bologna quedarían conformadas en: derecho, ars notaria y medicina.
Con respecto a los métodos, conocemos mejor lo que sucedía en derecho. El maestro Pedro Peregrossi, para enseñar el derecho civil, según sus propias palabras procedía así:194
"Primero os daré un resumen de cada título antes de pasar al texto; segundo os indicaré del modo más claro y exlicito que me sea posible el significado y alcance de cada ley … tercero leeré el texto con miras a corregirlo, cuarto repetiré brevemente el contenido de la ley, quinto resolveré las contradicciones aparentes, añadiendo algunos principios jurídicos generales … y algunas distinciones o problemas sutiles o interesantes (quaestiones) que surjan de la ley, con sus soluciones, en la medida en que la divina providencia me capacite para ello."194
A los pasajes difíciles les dedicaría repeticiones suplementarias por la tarde, y dos veces al año, en navidad y Pascua, se ofrece a disputar cuestiones quodlibetales.
Los estudiantes ejercían presión sobre el profesorado, supervisando los métodos docentes. Se nombraban escolares aptos para denunciar a cualquier profesor que no se atuviese al horario o que no llevara las disputas con eficacia. Los rectores debían nombrar y supervisar esta comisión o pagar con multas. Cada doctor en leyes debía estar en la escuela antes de que la campana de San Pedro señalara el fin de la misa matutina y comenzar inmediatamente las clases y terminar a tiempo. No podía omitir determinadas glosas en su explicación:
Ningún doctor omitiría … un solo capítulo, decretal, ley o párrafo … ninguna parte difícil del texto ha de dejarse para el final (ya que) con esta demora es posible que el tratamiento de dicha parte sea cortado en seco por la campana que señale el fin de la clase.
Ningún doctor de derecho canónico o civil … se ausentará más allá de los límites de la ciudad de Bologna y permanecerá fuera de ellos por tanto tiempo que los estudiantes lleguen a perder una clase o tengan que suistituirlo por otro"
Así, los estudiantes al propio tiempo se regulaban a sí mismos e imponían al cuerpo esrtudiantil una disciplina igualmente rigurosa. Se supone que pocos ‘sobrevivirían’ hasta graduarse. Una vez completada la carrera, la recompensa era considerable, como lo indica la fórmula empleada para conferir grados en derecho (in utroque iure).
A fines del siglo XIII Bologna, como París, era ya una universidad bien asentada con una estructura corporativa y un programa de estudios en pleno auge. Tanto el uno como el otro de estos dos studia generalia sentaron las bases de un solido medio institucional que contribuyó a la difusión del saber. En 1300 había ya 23 universidades funcionando:
11 en Italia,
5 en Francia,
4 en España,
2 en Inglaterra
1 en Portugal.
Serían las instituciones educativas más importantes de Occidente.
Glosario
Cofradía. Congregación de devotos. / gremio o asociación de personas con fines determinados. (RAE)
Collegium (plural: collegia). Corporación de maestros en Bologna.
Decretales. Nombre con el cual se conocía el Derecho Canónico (Bowen III: 163)
Escuela gramatical. Era el nivel previo a los estudios de arte. Generalmente se cumplía hasta alrededor de los 14 años. Adoptaba a menudo la forma de internado – pedagogium – anexo a la universidad.
In utroque iure. Fórmula para conferir grados en derecho. El rector del collegium doctorum recibía a cada candidato individualmente y leía una declaración que servía para conferirle el título.
Lección (lectio). En el medioevo, era el método más utilizado, consistiendo en leer y comentar un autor (Bowen II: 170)
Pro et contra. Método para argumentar, por el cual las diversas opiniones sobre las materias discutidas se organizaban en categorías a favor y en contra de proposiciones específicas. Fue aplicado brillantemente por Ivo de Chartres y más tarde por Pedro Abelardo en su Sic et non. (Bowen II: 170)
Quodlibet. (Del latín= lo que se quiera). Se usaba para calificar aquellas discusiones libres que podían ocurrir en la universidad.
Studium generale. (Plural: studia generalia) Primer nombre que recibe la universidad de la catedral de Notre-Dame de París. Literalmente significaba lugar de estudio para los estudiantes de cualquier parte del mundo. También se aplicó en Italia. Se admite que el nombre no indicaba que el currículo contemplaba todo el conocimiento: Salerno solamente medicina, Bologna derecho (luego agrega las artes liberales), París comienza por las artes liberales, especialmente el trivio, para enseguida agregar teología, derecho canónico y medicina. (Bowen II: 162)
Universitas (pl. Universitates). El término se aplicó inicialmente a la corporación (maestros o estudiantes) y no a la institución. En el caso de París se trataba de una corporación de maestros (universitas magistrorum parisiensis) mientras que en Bologna era de estudiantes (Bologna). En el siglo XV, en París el término pasa a designar a la institución, reemplazando a studium generale que había caído en desuso.
Las Figuras fueroni tomadas del sitio: http://bibliotecologia.udea.edu.co/andrear/funinfo2/guia/bajamedia.htm