COMIENZOS DEL MONAQUISMO
Aunque el monaquismo es un fenómeno que en el cristianismo aparece en la misma Edad Antigua, su propagación continúa durante la Edad Media, es decir después de la caída del Imperio Romano de Occidente. De manera que en este texto se pasa frecuentemente de una a otra Edad de la Historia.
Extracto de textos varios. También se han utilizado para su construcción algunos textos originales de autores de la época. Selección y comentarios JCP
Orígenes y expansión de los monasterios
Las órdenes monásticas cristianas tuvieron origen en Egipto a principios del siglo IV. La mayoría de los historiadores consideran como su fundador a San Antonio, el primer anacoreta, el cual tuvo muchos seguidores dispuestos a retirarse al desierto siguiendo los pasos de Cristo. Luego, por agremiación, se forman comunidades cenobíticas de monjes. Más tarde se propagó a Occidente (al imperio bizantino) encajando perfectamente en el temperamento de las tierras griegas y aún hasta Rusia. De allí se expandió al resto de Europa, incluyendo el continente y las islas británicas. (Cirino)
Bajo el impulso del ascetismo, los monasterios se multiplicaron rápidamente. En el siglo VII estaban ya extendidos por todos los países que habían compuesto el Imperio romano. La orden de los Benedictinos fundada en el siglo VI fue la hermandad más amplia e influyente. “Fueron asilos para los oprimidos, fortalezas contra la violencia, estaciones de misioneros para la conversión de las comunidades paganas, depósitos del saber, hogares para las artes y las ciencias. Conservaron y transmitieron a las edades posteriores gran parte de la cultura de la antigüedad [1]. Como las escuelas paganas habían desaparecido, los monasterios emprendieron la labor educativa. La Iglesia consideró la educación como una de sus funciones exclusivas, y bajo su dirección casi toda la enseñanza tuvo una aspiración teológica o eclesiástica.
Ascetismo [2]
en el ideal ético-educativo del cristianismo
La exaltación cristiana de la realidad espiritual, que culmina en la perfección divina, la proclamación de la necesidad de librar el espíritu de los vínculos de la materia y de la carne, era natural que asumiera una orientación ascética; en otras palabras, que se transformara en el ideal de una vida, de una vida que fuera toda una asidua lucha contra los enemigos de la salvación del alma, que son el mundo (vida social) el dominio (orgullo) y la carne (concuspicencia). La salud del alma es lo que importa sobre todo y ante todo; a este supremo valor es preciso sacrificar cualquier otro bien, y hasta – según las corrientes extremas – cualquier forma de actividad económica y la vida conyugal. Éste es el origen de que en muchos círculos cristianos la perfección evangélica se haga consistir en prácticas de mortificación y penitencias, maceraciones, ayunos, continencia, estado de virginidad.
Idealidad monástica:
anacoretismo y cenobitismo
Mientras el cristianismo fue minoría heroica, el ideal de perfección podía realizarse solamente en el seno de la comunidad eclesiástica, en la comunidad de los fieles, escuela de disciplina donde la ascesis era una asidua ejercitación templadora de la voluntad que preparaba para cualquier sacrificio.
Cuando la Iglesia comienza a incorporar a mucha gente – algunos paganos que se acercaban por conveniencia – los cristiasnos pensaron que la mejor manera de mantener la disciplina era aislarse en una vida monacal[3]. La soledad puede ser absoluta en los eremitas que viven en una gruta o montaña dedicados a la plegaria y maceración; es el anacoreta [4].
Los anacoretas que vivían en ermitas próximas se visitaban y celebraban ritos. La fama de los anacoretas atraía a las masas de fieles. Cuando muchos ascetas se asocian aparece el cenobitismo, o sea la vida en común dentro de un claustrum[5]. Esta segunda forma de monaquismo también tiene desarrollo en Egipto. Se imponía el trabajo manual y el aprendizaje de memoria de textos sagrados. Éste es el primer núcleo de la acción educadora y didáctica que se convertirá en una de las misiones más eminentes del monaquismo.
Basilio de Cesarea, el Grande (ca. 330-379) fue Obispo de Cesárea y preeminente clérigo, santo de la Iglesia Ortodoxa, y uno de los Tres Sagrados Jerarcas, junto con Gregorio Nacianceno y Juan Crisóstomo, así como santo y doctor de la Iglesia catolica. Intenta atenuar la soledad de los anacoretas, arguyendo que la soledad extrema no brinda oportunidades para el ejercicio de las más altas virtudes y termina produciendo un vacío interior. Por eso agrega la necesidad de caridad. San Basilio infunde a la vida monástica una función esencialmente educativa. Su importancia es que plantea el problema de la instrucción y educación cristianas también para los niños que no están destinados a la vida monástica. Quiere que los niños huérfanos sean recibidos en el convento y confiados a un monje dotado de aptitudes y experiencias, para educarlos en el amor al trabajo, lectura y escritura basadas en los textos sagrados. Es la primera organización de una escuela cristiana que pueda cumplir con la misma función que las tradicionales escuelas de gramática. San Basilio había sido educado en la cultura helénica y cree que puede sacarse provecho de la sabiduría de los escritores griegos. La poesía antigua puede dar elementos para ornar la verdad y hacerla más aceptable, el arte y la historia pueden dar ejemplos de virtudes a emular. Basilio tenía una posición diferente a los religiosos de occidente:
“En el combate que tenemos que librar por la iglesia, debemos estar armados con todas las armas, y a este fin es muy util la lectura de los poetas, de los historiadores y de los oradores. Podemos comparar las lecciones de la Sagrada Escritura con lkos frutos de un árbol, y la producción de los paganos es como el follaje que proteje el fruta y da gracia al árbol… Moisés cultivó su inteligencia estudiando la ciencia de los Egipcios…. Pero hay que hacer una selección entre los autores paganos. Es necesario cerrar los oídos a las malas lecturas, como hizo Ulises con el canto seductor de las sirenas. (Painter 136)
Mientras los monjes cenobitas egipcios eran contrarios a toda reflexión especulativa sobre la religión, contentos con la fe de los “simples” los cenobios del Oriente helenizado son centros que revalorizan el pensamiento griego para la teología cristiana. En las grandes discusiones teológicas del siglo, los monjes formados en estos claustros desempeñan un papel destacado.
Benito de Nursia : Benedictinos
San Benito de Nursia (Nacido en Nursia, Italia 480, muerto en Montecasino, 547), fundó la orden de los benedictinos es considerado patriarca del monaquismo occidental. Funda el monasterio de Monte Cassino y elabora las reglas para sus monjes “La Santa Regla” inspiración para los reglamentos de muchas otras comunidades religiosas que rigieron la vida de los monjes durante siglos. La orden de los Benedictinos fue la hermandad más amplia e influyente. La regla benedictina (en 73 capítulos) es muy breve y práctica y ello, conjuntamente con la división del tiempo entre el trabajo y la oración, le aseguraron el éxito. Su característica más significativa consistió en asentar la importancia del trabajo manual, así como las bases para la conversión de los monjes en los grandes agricultores de la Europa medieval. (Cirino) (Foto: San Benito de Nursia. Fresco del claustro del monasterio de Subiaco (Italia), realizado hacia el siglo VI, tomado de Wikipedia)
Programa de enseñanza (Painter 137)
En el convento o escuela monástica el programa abrazaba las siete artes liberales, las cuales se dividieron en dos grupos: el trivium (gramática latina, dialéctica o la lógica y la retórica) y el quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música). El programa más popular y más desarrollado era el del trivium. La gramática incluía lectura y escritura; el latín, el idioma de la iglesia, fue la base de la educación para el olvido universal de la lengua materna. Se leían principalmente los trabajos de los padres de la Iglesia, aunque también se usaron copias espulgadas de los clásicos latinos. La dialéctica y la lógica se basaron algo remotamente en los escritos de Aristóteles. En retórica se usaron las obras de Quintiliano y de Cicerón.
En cuanto al quadrivium, la aritmética daba importancia a las supuestas propiedades secretas de los números, la geometría se enseñaba en forma abreviada, la astronomía no difería de la astrología, la música era aprender himnos de la Iglesia[6].
à “La ciencia fue esclavizada por la teología. La historia cedió su puesto a leyendas maravillosas sobre los santos y el principio de autoridad dominó todo pensamiento científico. Se impriió a la educación una tendencia teológica que la caracterizó por mucho tiempo. De hecho, este espiritu ascético fue considerado como el principio dominante en la educación cristiana anterior a la Reforma”. Painter 130-131
El Cristianismo aparece como una negación del mundo. Solamente es verdadero el mundo de la religión. El mundo natural está destituído de valor y escapa de él el fin de la vida.
à En palabras de Tertuliano, presbítero de Cartago (siglo III):
“Si la ciencia y la literatura os deleitan, nosotros tenemos una abundnacia de versos, sentencias y canciones; no fábulas sino verdad; no melodías artísticas, sino sencillez. Si buscáis ciencia, tmabién la tenemos, pero no ateniense. ¿Qué tiene que ver Atenas con Jerusalem y la Academia con la Iglesia? Nuestra doctrina viene del pórtico de Salomón, según cuya enseñanza el Señor debe ser mirado con sencilles de corazón., Nosotros no necesitamos investigar más allás de nuestro encuentro con Cristo ni necesitamos buscar más allá de que hemos recibido el Evangelio” (Painter 132)
à Crisóstomo, un padre de la iglesia del siglo IV dice:
“La más bella herencia que pueden dejar a sus hijos es enseñarles a gobernar sus pasiones. …No se les debe permitir que vayan donde hay fuego o impureza que pueda incendiar sus corazones y producirles una injuria irreparable. El conocimiento de las Escrituras es un antídoto contra las inclinaciones irracionales de la juventud y contra la lectura de los autores paganos, en los cuales se alaban los héroes, los esclavos de toda pasión. … Como nuestros niños están rodeados en todas partes por malos ejemplos, las escuelas monásticas son las mejores para su educación. Una vez contraídos los malos hábitos no pueden desarraigarse. Sólo conduciendo la razón divina al pueblo de Israel por el desierto, como por un monasterio, es como los vicios de los egipcios pudieron ser ignorados. (Painter 134)
àSan Jerónimo en una carta a Laeta, le aconseja sobre la educación de su hija:
“Ponla bajo la custodia de una virgen anciana, de fe probada y modestia y conducta para enseñarla y habituarla, con su propo ejemplo, alevantarse por la noche para sus plegarias y salmos, a cantar sus himnos por la mañana y a tomar su puesto como un guerrero cristiano, a las tres, a las 6 y a las 9 horas y también … a ofrecer su sacrificio vespertino. Que trnascurra el día y llegue la noche encontrándola en esta ocupación. Oración y lectura, lectura y oración, debe ser el orden de su vida. No transcurrirá el tiempo lentamente para ella, si sabe emnplearlo en tales ocupaciones.” (Painter 134-135)
à San Agustín rechaza toda ciencia gentil en la educación cristiana:
“Dios prohibe aquellas bagatelas y locuras, vana bufonería, e infladas falsedades que han sido impropiamente llamadas ciencia” (Painter 135)
à Rhabanus Maurus (escritor pedagógico del siglo IX):
“La gramática nos enseña a comprender los antiguos poetas e historiadores y también a hablar y escribir correctamente. Sin ellas no podemos comprender las figuras y modos de expresión no usuales de la Sagrada Escritura y por consiguiente no podemos apoderarnos del recto sentido de la Palabra Divina. Aun la misma prosodia no debe ser olvidada, porque tienen lugar en los Salmos muchas clases de versificación; de aquí que la lectura hábil de los antiguos poetas paganos y los ejercicios repetidos en el arte de la composición poética, no deben ser olvidados. Pero estos antiguos poetas serán previa y cuidadosamente espulgados, de tal modo que no pueda quedar en ello snada que se refiera al amor y al amor a los negocios y a los bienes paganos. La retórica, que enseña los diferentes géneros y partes parincipales del discurso … es importante solamente para una juventud que no tenga estudios más serios que perseguir y debe ser aprendida solamente en los santos padres. La dialéctica, por el contrario, es la llave de las artes y de las ciencias. En ella está la razón … es únicamente la que puede darnos conocimiento y sabiduría … nos muestra lo que somos y de donde venimos y nos enseña nuestro destino; mediante ella aprendemos a conocer el bien y el mal. Y ¡Qué necesaria no es a un sacerdote para que sea capaaz de discutir con los herejes y de vencerlos!. La aritmética es importante por los secretos contenidos en sus números; las Escrituras estimulan también su estudiopuesto que hablan de números y medidas. La geometría es necesaria porque en la Escritura se habla de los círculos de todos géneros que tienen lugar en la construcción del arco y templo de Salomón. La música y la astronomía se requeren con el servicio divino, el cual no puede ser celebrado sin música, con dignidad y decencia, ni pueden fijarse determinados días sin la astronomía”. (Painter 139-140)
Glosario
Prosodia. Parte de la Gramática que estudia la pronunciacion. En las lenguas clásicas comprende, además, las leyes de la cantidad silábica aplicables a la versificación (Vox)
Bibliografía
LAMANNA, Paolo E. (1970): Historia de la Filosofía II “El pensamiento en la Edad Media y el Renacimiento”, Ed. Hachette (pp 47-52)
CIRINO, J.C. & HUBEÑAK, F. (1977): Las órdenes monásticas, en: Manual de Historia de la cultura Occidental, Buenos Aires: editorial AZ, pp 172-176
PAINTER, F (1911): Historia de la Pedagogía, Madrid: Jorro.
Fotos
San Benito de Nursia. Fresco del claustro, monasterio de Subiaco (Italia), realizado hacia el siglo VI, de Wikipedia)
[1] El valor del conocimiento está muy bien representado en el sermón del ayudante del ciego en “El nombre de la rosa” Recordemos que está ambientada en 1327
[2] (áskesis : ejercitación)
[3] (mono : sólo)
[4] Anacoreta (anacoreo : me retiro). También se ha traducido como subidor al desierto (Cirino). La figura típica es la del egipcio San Antonio.
[5] Bajo el voto de pobreza, castidad y obediencia (Painter 130).
[6] Ver párrafo de Tertuliano respecto al valor de la música religiosa